7 PASOS PARA AYUDARTE EN LA TOMA DE DECISIONES DIFÍCILES

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La mayoría vamos por la vida en modo automático y completamente ajenos a nuestros pensamientos. Vivimos como si la toma de decisiones (que muchas veces nos parecen insignificantes), no tuviera el poder de moldear nuestra realidad.

Y sin importar el daño que nos hayan causado, y el tiempo y oportunidades que debido a ellas hayamos perdido, repetimos malas decisiones y en muchos casos lo hacemos sin siquiera darnos cuenta.

Personalmente, me ha tomado años y mucha práctica sentirme cómoda en este aspecto y te digo algo por experiencia: Si no estás satisfecho con tu vida actual, la clave para lograr aquellas cosas que deseas y la vida que sueñas es esforzarte para cambiar la forma en la que tomas tus decisiones, a partir de este momento.

Renunciar a mi trabajo para dedicarme a viajar y darme la oportunidad de vivir mi sueño, ha sido la decisión más difícil, pero también la más acertada y beneficiosa, que he tomado en toda mi vida.

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EXISTEN CIENTOS DE OPCIONES Y MILES DE DISTRACCIONES

Vivimos permanentemente atareados. Si le preguntamos a alguien “¿Cómo está?”, lo más seguro es que nos responderá: “Bien, pero ocupado”. Y nos sentimos identificados, pues la mayoría del tiempo nosotros también estamos bien….. pero ocupados.

Y nos parece que es completamente normal; es más, vemos lo contrario como algo raro. Pensamos que a quienes mejor les va, son precisamente los que más decisiones deban tomar y más ocupados estén.

Mucho ojo con esto, porque no estamos diciendo que tener trabajo, metas y propósitos sea algo malo. Pero somos de la opinión que debería existir un límite, ¿o no?

LA TOMA DE DECISIONES ESENCIALES

El esencialismo no se trata de hacer menos, ni tampoco de trabajar más fuerte y rápidamente para tener más tiempo libre, sino que hablamos de definir cuáles son las cosas realmente importantes, las esenciales.

Y solamente cuando tengamos esto claro es que debemos ir tras esas metas, porque se trata de tomar las riendas de nuestra vida y lograr vivirla por diseño, no por defecto.

Confundimos el “Puedo hacer cualquier cosa que me proponga” con “Puedo hacerlo todo”.  Sin embargo, debemos tener muy presente que, si intentamos hacerlo todo, nada quedará bien y al final solo lograremos desgastarnos.

El esencialismo nos enseña a hacer solamente las cosas correctas, de la manera correcta y en el momento adecuado.

Si por ejemplo, lo que estás haciendo es descuidar a tus hijos para poder trabajar horas extras en un proyecto que te asignaron, el sentimiento de culpabilidad opacará por completo la alegría del éxito.

Solo si hacemos una inversión verdaderamente inteligente (tanto de nuestro tiempo como de nuestra energía), hacia metas que en realidad sean esenciales para nosotros, lograremos sentirnos felices y libres de culpa.

¿POR QUÉ ES INDISPENSABLE EL ESENCIALISMO EN LA TOMA DE DECISIONES?

La mayoría de las veces (y lo peor es que lo hacemos sin siquiera darnos cuenta), solemos dar a terceros un permiso implícito para que elijan la forma en que gastamos nuestro tiempo, esfuerzo, energías y dinero.

Seguimos modas y tendencias (que la mayoría de las veces no nos interesan en lo absoluto), impuestas por gente que ni siquiera conocemos, solo por intentar encajar en un grupo que muy probablemente, no sea el más adecuado para nosotros.

Es precisamente por esto, que el esencialismo nos exige lidiar primero con las situaciones y basar las decisiones que tomemos en nuestro propio criterio, en lugar de solo seguir la corriente.

Comprendemos que a veces esto puede ser abrumador, ya que en la última década ha habido un aumento exponencial de opciones públicas (que nos hacen perder de vista las cosas importantes) y de presión social (cuya influencia logra afectar nuestras decisiones la mayor parte del tiempo).

Entonces es primordial que tengamos muy claro que, si no aplicamos un criterio propio a la hora de tomar nuestras decisiones, estamos permitiendo que los demás (jefes, compañeros, amistades y familia) las tomen por nosotros, todo con el fin de cumplir sus propias agendas y dejando las nuestras en segundo, y hasta en tercer lugar.  

7 TIPOS DE DECISIONES

1.   DECISIONES INTUITIVAS Y RACIONALES

Como todos sabemos, la intuición es la capacidad de comprender una situación o información sin la necesidad de razonar. Por lo tanto, podemos definir las decisiones intuitivas como aquellas que tomamos casi sin pensar.

Por otra parte, al hablar de la toma racional de decisiones, nos referimos a cuando los individuos ante todo analizan los hechos, siguiendo un proceso establecido para decidir.  

2.   DECISIONES PROGRAMADAS

Las decisiones programadas son aquellas bien estructuradas, que generalmente poseen una frecuencia repetitiva y que cuentan con objetivos claros y específicos.

3.   DECISIONES RUTINARIAS

Son las que tomamos a diario y que requieren poca investigación o inversión de tiempo. Por ejemplo, elegir el color de cabello que le pedirás a tu estilista, cuando vas a tu sala de belleza favorita.

4.   DECISIONES ESTRATÉGICAS

Las decisiones estratégicas son aquellas que tienen un gran impacto a largo plazo dentro de una empresa o negocio, o que afectan de forma significativa tu plan de vida y desarrollo profesional.

5.   DECISIONES TÁCTICAS

Se refieren a la implementación de una estrategia que previamente ha sido acordada, y generalmente tienen un impacto a mediano plazo.

6.   DECISIONES OPERACIONALES

Son decisiones que se relacionan con la implementación de procesos diarios dentro de una empresa, y que suelen tener un impacto a corto plazo.

DECISIONES PERSONALES O DE VIDA

Son aquellas que, literalmente, pueden cambiar tu vida.

Al tomar este tipo de decisiones, nos sometemos a un proceso construido sobre una sólida base de valores personales, los que han sido influenciados por nuestra familia, mentores, amigos y colegas, y que además están basados en nuestras propias experiencias de vida y costumbres sociales.

Pero, aunque las decisiones personales o de vida estén muy influenciadas por los demás, al final casi siempre se reducen a la decisión de cada uno de nosotros.

Ejemplo de una decisión personal:

Descubrir tu verdadero propósito y qué es lo que realmente quieres lograr con tu vida.

  • ¿Cuáles son las cosas que verdaderamente te apasionan y te traen felicidad?
  • ¿Cuales son tus talentos y aptitudes?
  • ¿Qué cosa podría combinar tu pasión con tus talentos?
  • ¿Cuáles son las actividades que le generan a tu vida mayores beneficios?

Para tomar este tipo de decisiones, soy partidaria de analizar lo siguiente: Si no te alcanzan los días para hacer todo lo que quieres, si no tienes suficiente tiempo para pasar con tus seres queridos, si no puedes disfrutar realmente de un momento de relajación solo para ti…..entonces lo más seguro es estás haciendo demasiado.

CONSEJOS PARA LA TOMA DE DECISIONES

1.   APRENDE A HACER CONCESIONES A LA HORA DE TOMAR DECISIONES

No todo es importante. Sin embargo, parece que siempre estamos ocupados en cosas que “no podemos dejar de hacer”.

Si por cuestión de tiempo, tus metas son más de las que puedes realizar, significa que no has determinado cuales son las que en realidad son esenciales para ti.

Por ejemplo, si tienes dos grandes proyectos y cada uno va a tomar mucho tiempo para desarrollarse, probablemente tengas que escoger uno y dejar el otro de lado, al menos hasta poder culminar el primero. Así que en lugar de preguntarte cómo vas a sacar el tiempo para lograr ambas cosas, analiza cuál de ambos es el más importante en este momento y empieza por allí.

Al forzarnos a tomar este tipo de decisiones, nos daremos cuenta de qué es lo que realmente nos importa y necesitamos para enfocar nuestros esfuerzos en ello, aumentando significativamente las posibilidades de un buen resultado.

No debes ver esto como renunciar a algo, sino como decidir qué es lo que te hará realmente feliz, para entonces poder hacerlo en grande.

2.   NO VIVAS EL SUEÑO DE OTRO

Has escuchado hablar alguna vez del FOMO? Estas siglas significan “Fear of Missing Out” que en español se traducen al “miedo de perderse algo”, y es una de las razones equivocadas en la que muchos basan sus decisiones, sobre todo en el aspecto profesional.

La idea de que “debemos ser parte de” y que necesitamos adquirir todo aquello que ha sido denominado “relevante” por la sociedad actual, hace que vivamos con una angustia y estrés constantes. Peor aún: experimentamos desilusión y tristeza al no obtenerlo.

Si, por ejemplo, ves que tus amigos postean en las redes sociales las fotos de aquel evento “top” al que no pudiste asistir, o si bien todos tus allegados se compraron el último iPhone antes que tú, eso puede hacerte sentir fracasado.

Una vez logres definir cuáles son las cosas verdaderamente esenciales para tu vida, perderás el miedo y podrás comprender que no tienes que ser parte de absolutamente todo para ser feliz.

3.   ELIMINA LO QUE NO TIENE SENTIDO EN TU PROCESO DE TOMA DE DECISIONES

Trata de eliminar cualquier actividad que no vaya acorde con tus metas y objetivos (y mucho ojo, que no solamente se trata de trabajo). Si quieres, por ejemplo, mejorar tu condición física, probablemente vas a tener que pasar menos tiempo viendo televisión.

Tendemos a perder mucho tiempo en actividades que no nos brindan ningún beneficio, pero esto solo sucede cuando no tenemos claras nuestras metas.

Compara tus actividades diarias con tu próxima meta y analiza si ambas cosas están alineadas. Si la respuesta es no, intenta reemplazar alguna de esas actividades triviales por otras que te acerquen a conseguir tu objetivo.

4.   NUNCA CEDAS Ante LA PRESIÓN AL TOMAR UNA DECISIÓN IMPORTANTE

Toma el tiempo necesario y piensa bien las cosas antes de dar una respuesta. Por más inmediata que creas que debe ser, te debes a ti mismo el tiempo para definir si es o no tu mejor opción.

Incluso en el trabajo, no por el hecho de que tu jefe te pida algo significa que siempre debas decir que sí. Incluso, un jefe inteligente va a preferir que le expliques por qué no te parece buena su idea, o si estás demasiado ocupado para cumplir con ese trabajo como debe ser.

5.   DESCANSA. ¡NUNCA DECIDAS ALGO SI ESTÁS CANSADO!

Una de tus prioridades debe ser dormir al menos 8 horas diarias. Si no descansamos debidamente, tampoco funcionaremos de forma apropiada y mucho menos podremos tomar decisiones acertadas.

Al no dormir lo suficiente, no solo afectamos nuestro nivel de energía, sino nuestro buen ánimo y capacidad de decisión.

Olvídate del famoso “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Si para hacer algo tienes que sacrificar horas de descanso necesarias, déjalo para mañana y descansa. Después de una buena noche de sueño, con seguridad tendrás un día mucho más productivo y te sentirás más creativo.

6.   DECIDE CON UN 90% DE SEGURIDAD

Si estás 100% seguro de algo, hazlo ya, y si estás 90% seguro de algo, hazlo. Sin embargo, si tu seguridad solo alcanza un 89.9%, entonces no lo hagas.

Esto puede parecerte algo extremo, pero si no estamos lo suficientemente seguros de querer algo, simplemente significa que no es esencial para nosotros. Guíate por: “Si no es un claro sí, entonces es un claro no”.

7.   NO INTENTES COMPLACER A TODO EL MUNDO

Si tu propósito no es hacer feliz a todo el mundo, entonces ni siquiera lo intentes.

Para tener el tiempo de hacer lo que queremos y lograr ser felices, debemos aprender a vernos a nosotros mismos como prioridad, en la mayoría de las situaciones.

Si eres buen amigo y un empleado responsable que brinda buenos resultados, dejar de asistir a una fiesta de cumpleaños o de trabajo no hará que te quedes sin amigos o que te despidan.

Si ese tiempo lo necesitas para hacer algo que es esencial para ti, entonces hazlo, y la próxima vez que estés con tus amigos o con tus compañeros de trabajo, podrás darles tu completa atención porque ya has lidiado con lo que necesitabas hacer por ti y para ti.

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