Es altamente probable que todos hayamos sentido en algún momento de nuestras vidas que no estamos conformes con lo que somos, o lo que hacemos. Vamos en piloto automático de un lado para otro y con la mente en blanco, solamente por cumplir una rutina, dándole a nuestro subconsciente el poder de tomar todas las decisiones.
Para algunos quizá fue una situación pasajera, pero para otros podría durar mucho más.
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MENTE SUBCONSCIENTE
Como dijimos, cuando vivimos con el “switch” en automático, haciendo las cosas sólo “porque nos toca” en lugar de porque queremos, lo que trabaja en nuestra mente es el subconsciente. Tomamos decisiones por obligación, sin que nos interese realmente el resultado.
Seguimos una rutina cumpliendo con lo que nos corresponde para subsistir, hacemos cosas y tenemos conversaciones que luego no recordamos, e incluso de repente estamos en lugares sin darnos cuenta cómo fue que llegamos ahí. Al pasar el día, nos vamos a dormir… ¡y a empezar de nuevo!
Aquí alguno dirá que, si estuviésemos realmente conscientes de cada una de las 35,000 decisiones que nuestro cerebro debe tomar a diario, nadie estaría cuerdo. Pero tampoco es saludable (en lo absoluto) la alternativa de dejarlas todas a cargo de nuestro subconsciente.
Nuestro cerebro procura utilizar ese modo “piloto automático” en la toma de decisiones minúsculas, con el fin de que podamos ocupar la mente consciente en aquellas cosas que requieren de mucha concentración, o que son realmente decisivas para nuestra vida.
Entonces, cuando le cedemos por completo el control al subconsciente y andamos dormidos por allí (aunque tengamos los ojos abiertos), es síntoma de que algo anda mal.
MENTE ERRANTE
“Tiene la mente errante”, es un término utilizado para referirse a alguien cuyos pensamientos divagan constantemente. Porque pensar siempre en el pasado o en el futuro, en lugar de vivir el presente, puede hacernos muy infelices.
Si no estamos conformes con nuestra vida, pensar en un pasado al que desearíamos poder regresar, o estar enfocados en un futuro que nunca será (si no nos concentramos en trabajar por él), sólo hará que nos sintamos peor.
Estar siempre “soñando” y no vivir el presente, dejando todas las decisiones importantes en automático o estancarnos en una rutina para evitar tener que tomarlas, nos deja viviendo “por defecto”, sin ninguna posibilidad de cambiar el presente y por consiguiente, sin lograr alcanzar el éxito.
CÓMO SABER SI VIVES EN “PILOTO AUTOMÁTICO”
Hay comportamientos que asumimos (casi sin darnos cuenta), cuando vivimos a través de nuestro subconsciente:
· Falta general de inspiración:
Inicias tus días sin ánimos y no te dan ganas de ir a trabajar, ni hacer ninguna otra cosa.
· Los días siempre son predecibles:
Esto al punto de que podrías decir que es lo que estarás haciendo el próximo martes, a las 3:00 de la tarde.
· Tus decisiones son inmediatas:
Decides todo sin pensar realmente en la razón, o en las consecuencias.
· Tu celular es una extensión de ti:
Verificas tus mensajes o miras las redes sociales constantemente. Estar una hora sin tu teléfono móvil, no es una opción para ti.
· Pasas mucho tiempo “soñando despierto”:
Vives pensando en el pasado o en un posible futuro, prestando muy poca o ninguna atención a lo que sucede en tu presente.
· Tu memoria tiene espacios en blanco:
Tu familia y amigos te hablan sobre conversaciones o situaciones que deberías recordar, pero no puedes.
· Te cuesta mucho adaptarte a los cambios:
No eres capaz de salir de relaciones con personas tóxicas, aunque sabes que no te convienen. O mantienes el mismo trabajo (aunque lo odies) por miedo a no estar dentro de tu zona de confort, etc.
· Los días pasan sin que te des cuenta:
Cada cierto tiempo te percatas que hace mucho no haces nada de valor, y eso te causa tristeza e insatisfacción.
· Reconoces que tienes un problema:
Sin embargo, no te sientes con el ánimo o la fuerza suficientes para buscar la forma de salir de esa situación.
Si algunos de los puntos anteriores (o todos) concuerdan con tu situación actual, es muy probable que estés viviendo tu vida en piloto automático, y deberías hacer un cambio ya.
Podrías empezar por crear un plan de vida, poniendo por escrito todas tus metas y aspiraciones y la forma en que pretendes lograr cada una de ellas.
Lo segundo sería utilizar el poder de los pensamientos positivos y de la ley de la atracción, para motivarte a seguir trabajando para obtener los resultados que deseas.
A medida que veas los cambios en tu ánimo y en tu diario vivir, eso te servirá como motivación para seguir adelante con tus propósitos y empezarás a disfrutar tu vida cada día más.
LA MENTE SUBCONSCIENTE DE UN NIÑO
Los padres se preocupan por el buen desarrollo de sus hijos: están pendientes de su salud y seguridad, de que se alimenten bien, se comporten adecuadamente, adquieran nuevos conocimientos, etc. Pero no todos conocen la importancia de comprender cómo funciona realmente la mente de los pequeños.
Intentan moldearlos, pretendiendo que desde muy temprana edad piensen y razonen como adultos, porque creen que tienen la capacidad para hacerlo. Sin embargo, la mente de un niño pequeño funciona de una forma completamente distinta y no vamos a cambiar eso (mucho menos con regaños y castigos).
La mente crítica de un niño no se desarrolla sino hasta alrededor de los 8 años de edad. Antes de cumplirlos sólo se desenvuelven con la mente subconsciente, y son sus padres (quienes a los ojos de un niño tienen la verdad absoluta de todas las cosas), y los adultos con quienes comparten, los que les inculcarán las creencias y los limitantes con los que crecerán.
Un niño que aún no cumple 8 años no tiene la capacidad de analizar con profundidad y si algo se le repite constantemente, lo aceptará como un hecho. Por eso debemos ser muy cuidadosos con lo que decimos en su presencia, evitando comentarios hirientes que puedan llegar a afectar su desarrollo emocional.
Algo que para un adulto quizá suene simple (como decirle a un niño que no debe jugar a la “cocinita” o con las muñecas, porque no es juego para “varones”), puede hacer que ese niño en un futuro (y de forma inconsciente) no ayude a su pareja en las labores de la casa e incluso se niegue a cambiarle el pañal a sus hijos.
Otra cosa que debemos tomar en cuenta es que a esa edad (en la que no tienen aún un pensamiento crítico), los niños no saben diferenciar la verdad de una broma o sarcasmo. Entonces, hacer ese tipo de comentarios (pensando que son divertidos), puede ser igual de dañino que un insulto.
Tampoco debemos obligarlos a que controlen sus emociones, porque si bien es cierto que con ellas los niños a veces pueden intentar manipularnos, si siempre se lo negamos crearán falta de confianza en sí mismos y en su capacidad para discernir cómo se sienten realmente.
Lo anterior puede pasar, debido a que la mente subconsciente no diferencia lo real de lo imaginario.
LA MENTE SUBCONSCIENTE DE UN ADULTO
Para saber cómo funciona nuestro subconsciente, entendamos que éste es como la memoria que almacena absolutamente todo lo que pensamos o que nos sucede desde que nacemos, hasta que morimos.
Por eso es que quienes poseen muy buena memoria, pueden ser capaces de recordar sucesos de cuando tenían solamente un año de vida. Y no se trata de que haya sido un momento que los marcó y por eso lo tienen presente, sino que simplemente son acontecimientos que han sido almacenados en su subconsciente.
Durante procesos como la hipnosis, muchos han sido capaces de recordar de forma muy clara y precisa, eventos de su niñez que hasta ese momento ni siquiera sabían que habían sucedido. Incluso existen casos de personas que aseguran recordar el momento de su nacimiento, lo que comprueba el hecho de que en el subconsciente guardamos cada uno de los eventos vividos.
Cabe destacar que el subconsciente representa el 90% del total de nuestra mente, mientras que la parte consciente ocupa sólo un 10%. Por lo tanto, el subconsciente se encarga de la mayoría de las funciones automáticas de nuestro cuerpo (respirar, comer, caminar, etc.), y de nuestras emociones y decisiones (cómo actuar acorde a nuestros valores y creencias).
LA PROGRAMACIÓN DE LA MENTE SUBCONSCIENTE
Lo cierto es que la mente humana es muy complicada, pero también es una realidad que nosotros tenemos una gran capacidad de control sobre su programación. Por eso es muy importante entender que el subconsciente no piensa ni razona de forma independiente, sino que actúa de acuerdo a las órdenes que le da tu mente consciente.
Sin embargo, dichas órdenes no pueden ser dadas de forma directa, porque como ya dijimos, nuestra mente subconsciente es la encargada de más de 30,000 decisiones diarias.
La forma de programar la mente subconsciente, es utilizando la mente consciente para enfocar nuestros pensamientos en cosas positivas con actividades tales como la meditación, la lectura de libros de superación personal, la repetición de frases, mantras o afirmaciones positivas.
Rodearte de personas con buena energía, también podría ayudarte a motivar a la mente subconsciente a tomar decisiones que vayan acordes al tipo de impulso que has estado alimentando.
A lo largo de la vida todos tus hábitos se han ido almacenando en el subconsciente y si no prestas especial atención será difícil cambiarlos, ya que cuando tu mente consciente no esté al mando, el subconsciente intentará llevarte nuevamente hacia tu zona de confort.
El subconsciente es el culpable de que sientas miedo (o al menos incomodidad) cuando intentas hacer algo diferente, por lo que es necesario inculcarle los nuevos hábitos que queremos adoptar, hasta que se conviertan en nuestra nueva zona de confort.
La gran mayoría de las personas con éxito, han logrado reprogramar su subconsciente para que trabaje a su favor y el de los planes que se han trazado. Si quieres aprender más sobre cómo puedes lograrlo, te invitamos a leer este artículo sobre las mentes millonarias.
PROGRAMACION NEUROLINGÜÍSTICA
Existen también otras técnicas que pueden ayudarnos a reprogramar la forma en que nuestro subconsciente “piensa”, y entre ellas está la programación neurolingüística.
Dicha técnica se ha utilizado desde la década de los 70’s para el tratamiento de miedos o fobias, depresión, estrés postraumático, mejoras del rendimiento tanto personal como laboral, control de la ansiedad y muchos otros.
Richard Bandler y John Grinder desarrollaron la Programación Neurolingüística (PNL), para intentar enseñar a sus pacientes los patrones de pensamiento de personas exitosas, con el fin de que todos pudiésemos alcanzar el mismo nivel de éxito.
Esta “enseñanza” no es más que la modificación de nuestras limitaciones inconscientes, y usualmente es impartida mediante sesiones de “hipnoterapia”.